He estado siguiendo (cómo no) el desarrollo de la historia del brote de EHEC en el norte de Alemania.
No voy a entrar en detalles, pero creo que tiene que quedarnos claro que comamos lo que comamos, estamos expuestos a todo tipo de enfermedades relacionadas con nuestra comida…. y eso que nunca en la historia hemos tenido comida más sana ni higienica que ahora… aunque esto sea en muchos casos a costa del sabor.
Recuerdo un caso en el que allá por el año 1997, en una ruta de 4×4 por algun pueblo perdido de la mano de Dios (creo que era por la zona de Teruel), o quizá era de Lerma al Burgo e Osma, allá por Mayo del 99… da lo mismo. Paramos en una tasca a tomar un vino y alguna tapa. Nos sirvieron un vino que nos pareció buenísimo (no quiero ni pensar lo poco que entendíamos de vinos) y pedimos poder comprar una botella. El dueño del establecimiento nos dijo que no nos podía vender una botella, que no le dejaban los de Sanidad. Podíamos beber todo lo que quisiéramos en el bar, pero nada de vender la botella. No había etiquetas ni registros por ningún lado.. El chorizo estaba exquisito y tanto el vino como el chorizo eran de producción própia. El señor nos llevó a ver su cocina (la antigua cocina). Era una habitación con una techo en forma de embudo y una zona en el medio del suelo para hacer fuego. El techo contaba con una abertura para que saliera el humo. Allí colgaban unos de los chorizos, para secarse. Las paredes habían sido blancas alguna vez, pero en ese momento estaban grises ceniza, y el techo completamente negro. Aquello me pereció impresionante y pensé en lo rica que tenßía que ser la comida que las generaciones anteriores habían preparado allí. No se puede decir que aquella cocina respetase ni una de las directivas de higiene del momento, pero me daba bastante igual.
Me volví a pedir un vino y más chorizo 🙂
Bueno, a lo que íbamos.
A pesar de todas las precauciones que tomamos, nuestra comida nos puede matar. En este caso le ha tocado a Alemania (pero en estos días en Galicia se están deteniendo a personas por haber estado implicados en un escándalo por la comercialización de vieiras tóxicas…), como les podía haber pasado a otros.
Hay que decir que el gobierno ha actuado de manera precipitada a la hora de señalar con el dedo a productos (y países) concretos, pero por otro lado, hubiera sido difícil no dar recomendaciones de cara a löos consumidores hasta no haber encontrado la fuente….
Ha sido hoy cuando parece que se han confirmado las sospechas que la fuente del brote eran… LOS BROTES DE SOJA! al que se le haya escapado la ironía de la palabra que vuelva a leer la frase.
- Brotes de soja. Fuente: http://www.fr-online.de / dpa
Hace dos o tres días que pensé en escribir este post, pero aún no se había confirmado la fuente, así que me esperé. Quería escribir por qué a mi no me gustaban los brotes de soja…. pues la verdad es que nunca me han gustado. No es sólo por lo feos que son (ver foto de nuevo..) Lo del comer hierba se lo dejo a las vacas. A veces es gracioso hacer una ensalada con algo original encima. Pero el que quiera eso, que pruebe a poner unas flores 🙂 Muchas de ellas son comestibles, y se encuentran incluso en el supermercado. Yo los brotes de soja en los platos asíaticos, y porque no me queda otro remedio.
Prefiero la sandía.
Pero espera… que son esos puntos negros que veo??
Creo que es un intento espontáneo de cultivar penicilina…
Por cierto, he aqui una ficha técnica de las sandías que podemos encontrar en nuestros supermercados… y hay una variedad que se llama «fashion». El despiporre.
Y tengo también la ficha técnica del pepino!!!
Por lo que veo comparando las dos fichas técnicas, encima es más sano el pepino!!!
Viva el pepino de Almería!!
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