No tengo necesidad que mantener al mundo informado de todos y cada uno de mis movimientos ni de bombardear a la gente con mensajitos cortos… además, como era de suponer, el twitteo no es tan inofensivo como parece. Los mensajitos pueden desvelar más sobre nosotros que lo que se puede ver a primera vista:
El código detrás del tuit – El País.
He aquí la política de privacidad de Twiter (el enlace es genérico, el idioma habrá que configurarlo más tarde). En general, no difiere mucho de lo que se hace con otras redes sociales, pero básicamente se trata de que el usuario no controla el uso que se hace de los datos que aportan sus tweets….
Ya tengo bastante con que las empresas que gestionan los pagos con tarjetas sepan exáctamente qué compro y dónde compro y luego utilizen esos datos para venderlos a otras empresas…